En la crisis de deuda, ¿sigue Portugal?
Analistas observan las mismas señales negativas en el país peninsular que en Grecia; el punto a favor de Portugal es que tiene mayor credibilidad, sus estadísticas no están en duda.
El hipotético rescate de España, Portugal y Grecia le costará a Europa 600,000 mde. (Foto: Especial)
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Por: Dody Tsiantar
Mientras Grecia se acercaba a la orilla de una mora en su deuda la semana pasada, los miedos de que la crisis infectara otros países alteraron a los mercados financieros del mundo."No es cuestión del peligro de contagio", dijo Ángel Gurría, presidente de la Organización de Cooperación Económica (OCDE). "El contagio ya ocurrió, y es como el Ébola".
Si Gurría tiene razón, ¿quién sigue? Varios analistas y economistas señalan a Portugal, el país más pobre en la zona del euro, seguido muy de cerca por España. "Hay una gran posibilidad de que Portugal sea el siguiente país que tenga problemas", dijo Nariman Behravesh, economista en jefe en IHS Global Insight.
Esto es cierto sobre todo si los 16 países en la zona del euro unen esfuerzos y ofrecen un paquete de rescate de 45,000 millones de euros a Grecia, como prometieron, lo que presentaría un escenario similar a lo que ocurrió con Bear Stearns durante la crisis bancaria. Entonces, Portugal podría terminar siendo el primero en presentar moras. Jonathan Loynes, economista europeo en jefe en la empresa de investigación macroeconómica Capital Economics, coincide con Behravesh. "Portugal está en la lista, justo detrás de Grecia".
De hecho, Portugal obtuvo el equivalente financiero de un diagnóstico negativo, cuando Standard & Poors degradó su deuda el mismo día que las agencias calificadoras aplastaron los bonos gubernamentales de Grecia en calidad de "basura". La advertencia de España llegó 24 horas después.
Los mercados respondieron aumentando el rendimiento de los bonos de Portugal a dos años por encima de 5%. La extensión entre los bonos alemanes y portugueses también llegó a puntos altos nuevos, al igual que los precios de sus swaps con moras de crédito, un tipo de seguro que los inversionistas obtienen para protegerse contra moras.
CMA DataVision, una compañía de investigación con base en Londres que estudia el riesgo de la deuda en libras, calificó el desempeño de Portugal durante el primer trimestre como el peor del mundo desarrollado. El aumento entre el precio inicial de los swaps en enero y el precio final en marzo fue de 52.3%, según el analista Simon Mott. "Es como lo que ocurriría si son conductores riesgosos: pagarían mucho más por asegurar su auto que si fueran un conductor de bajo riesgo".
Un escenario familiar
"Las señales que ahora se envían a Portugal son las mismas que se enviaron a Grecia", dijo el economista Michael Arghyrou, de la Facultad de Negocios de Cardill.
De muchas formas, Portugal es un reflejo de los problemas de Grecia. Al igual que su socio europeo, Portugal tiene finanzas públicas pobres: su déficit de presupuesto estuvo por encima del 9% el año pasado, 6% más que los estándares estipulados por la Unión Europea. Su deuda es de 80%, mientras que la de Grecia es de alrededor del 115%.
Pero el problema más serio de Portugal es la débil tasa de crecimiento durante la última década, según el profesor de economía Ricardo Reis, de la Universidad de Columbia. El año pasado, el producto interno bruto de Portugal estaba en cifras rojas, con una caída de 0.1%. Este año se espera que aminore incluso más, en 3.3%. Para lidiar con el lento crecimiento, los préstamos de inversionistas extranjeros se volvieron el salvavidas de Portugal, y ese el problema central.
"Si las tasas de interés continúan altas, Portugal no podría seguir tomando prestado y eventualmente se quedará sin dinero", dice Reis. "Las predicciones pesimistas del crecimiento son una profecía auto-satisfactoria".
Para intentar evitar que esto ocurra, las autoridades portuguesas entraron en acción inmediatamente después de que el informe de calificaciones de bonos de S&P asegurara a los inversionistas que, a diferencia de Grecia, Portugal seguiría a flote y no se hundiría bajo la presión fiscal.
"Debemos mantener la calma", dijo el ministro de Finanzas de Portugal, Fernando Teixeira dos Santos; y el primer ministro, Jose Socrates, se reunió con su rival político Pedro Passos Coelho par anunciar que emplearían "los medio necesarios" para ejercer nuevas medidas de austeridad y reformas de forma expedita.
Claro que suena familiar, pues es casi el mismo escenario, pero a niveles menos intensos, que el que presentó Grecia en diciembre y enero, después de que Fitch degradara su deuda. El ímpetu de aquel entonces era que el Gobierno socialista recién electo había revelado que su situación fiscal era peor que la que había sido presentada por el Gobierno anterior.
Al menos Portugal no parece tener los problemas de credibilidad de Grecia. Sus estadísticas no se ponen en duda. "La situación en Portugal no es la misma que en Grecia", dijo el ministro de presupuestos francés, Francois Merouin. "Los portugueses no mintieron [sobre sus finanzas]".
Aún así, ambos países sufren de la indecisión de Alemania y de otros países de la zona del euro, lo que ha enturbiado los mercados financieros. "Los inversionistas temen que si España y Portugal tienen problemas, no se materializará ninguna ayuda", dijo Reis. "Es equivalente a que el Gobierno federal de Estados Unidos ofrezca un estímulo y diga que no va a ayudar a California, o tal vez sí".
Una solución muy complicada
A final de cuentas, incluso si hay la voluntad política suficiente para resolver el problema, la cantidad de dinero que se necesitará para prevenir moras en las tres economías más débiles de Europa podría ser demasiado grande.
"Para rescatar a estos países se necesitará una cifra plausible que se calcula alrededor de 600,000 millones de euros", dijo Behravesh. "La Unión Europea se complicó al recaudar 45,000 millones de euros, ya ni pensemos en 600,000". La UE debe dejar claro que tiene un plan, y uno bueno.
Y los grandes planes tienen que ponerse en acción pronto, porque los problemas de España se aproximan, y son más retadores que los de Grecia o Portugal. El desempleo está cerca del 20%, y el país está pendiendo del hilo de la burbuja en las viviendas que reventó el año pasado y mandó a volar a deudores privados y públicos.
Tan sólo este año, España debe cumplir con una obligación de de deuda de 225,000 millones de euros, el equivalente de la economía Griega entera. "España es la grande", dijo Behravesh. "Tiene la atención de todos". Como debe de ser; si España se contagia con el virus de las moras, tiene el potencial de ser demasiado grande para fracasar, pero enfermarse demasiado como para recuperarse.
Si Gurría tiene razón, ¿quién sigue? Varios analistas y economistas señalan a Portugal, el país más pobre en la zona del euro, seguido muy de cerca por España. "Hay una gran posibilidad de que Portugal sea el siguiente país que tenga problemas", dijo Nariman Behravesh, economista en jefe en IHS Global Insight.
Esto es cierto sobre todo si los 16 países en la zona del euro unen esfuerzos y ofrecen un paquete de rescate de 45,000 millones de euros a Grecia, como prometieron, lo que presentaría un escenario similar a lo que ocurrió con Bear Stearns durante la crisis bancaria. Entonces, Portugal podría terminar siendo el primero en presentar moras. Jonathan Loynes, economista europeo en jefe en la empresa de investigación macroeconómica Capital Economics, coincide con Behravesh. "Portugal está en la lista, justo detrás de Grecia".
De hecho, Portugal obtuvo el equivalente financiero de un diagnóstico negativo, cuando Standard & Poors degradó su deuda el mismo día que las agencias calificadoras aplastaron los bonos gubernamentales de Grecia en calidad de "basura". La advertencia de España llegó 24 horas después.
Los mercados respondieron aumentando el rendimiento de los bonos de Portugal a dos años por encima de 5%. La extensión entre los bonos alemanes y portugueses también llegó a puntos altos nuevos, al igual que los precios de sus swaps con moras de crédito, un tipo de seguro que los inversionistas obtienen para protegerse contra moras.
CMA DataVision, una compañía de investigación con base en Londres que estudia el riesgo de la deuda en libras, calificó el desempeño de Portugal durante el primer trimestre como el peor del mundo desarrollado. El aumento entre el precio inicial de los swaps en enero y el precio final en marzo fue de 52.3%, según el analista Simon Mott. "Es como lo que ocurriría si son conductores riesgosos: pagarían mucho más por asegurar su auto que si fueran un conductor de bajo riesgo".
Un escenario familiar
"Las señales que ahora se envían a Portugal son las mismas que se enviaron a Grecia", dijo el economista Michael Arghyrou, de la Facultad de Negocios de Cardill.
De muchas formas, Portugal es un reflejo de los problemas de Grecia. Al igual que su socio europeo, Portugal tiene finanzas públicas pobres: su déficit de presupuesto estuvo por encima del 9% el año pasado, 6% más que los estándares estipulados por la Unión Europea. Su deuda es de 80%, mientras que la de Grecia es de alrededor del 115%.
Pero el problema más serio de Portugal es la débil tasa de crecimiento durante la última década, según el profesor de economía Ricardo Reis, de la Universidad de Columbia. El año pasado, el producto interno bruto de Portugal estaba en cifras rojas, con una caída de 0.1%. Este año se espera que aminore incluso más, en 3.3%. Para lidiar con el lento crecimiento, los préstamos de inversionistas extranjeros se volvieron el salvavidas de Portugal, y ese el problema central.
"Si las tasas de interés continúan altas, Portugal no podría seguir tomando prestado y eventualmente se quedará sin dinero", dice Reis. "Las predicciones pesimistas del crecimiento son una profecía auto-satisfactoria".
Para intentar evitar que esto ocurra, las autoridades portuguesas entraron en acción inmediatamente después de que el informe de calificaciones de bonos de S&P asegurara a los inversionistas que, a diferencia de Grecia, Portugal seguiría a flote y no se hundiría bajo la presión fiscal.
"Debemos mantener la calma", dijo el ministro de Finanzas de Portugal, Fernando Teixeira dos Santos; y el primer ministro, Jose Socrates, se reunió con su rival político Pedro Passos Coelho par anunciar que emplearían "los medio necesarios" para ejercer nuevas medidas de austeridad y reformas de forma expedita.
Claro que suena familiar, pues es casi el mismo escenario, pero a niveles menos intensos, que el que presentó Grecia en diciembre y enero, después de que Fitch degradara su deuda. El ímpetu de aquel entonces era que el Gobierno socialista recién electo había revelado que su situación fiscal era peor que la que había sido presentada por el Gobierno anterior.
Al menos Portugal no parece tener los problemas de credibilidad de Grecia. Sus estadísticas no se ponen en duda. "La situación en Portugal no es la misma que en Grecia", dijo el ministro de presupuestos francés, Francois Merouin. "Los portugueses no mintieron [sobre sus finanzas]".
Aún así, ambos países sufren de la indecisión de Alemania y de otros países de la zona del euro, lo que ha enturbiado los mercados financieros. "Los inversionistas temen que si España y Portugal tienen problemas, no se materializará ninguna ayuda", dijo Reis. "Es equivalente a que el Gobierno federal de Estados Unidos ofrezca un estímulo y diga que no va a ayudar a California, o tal vez sí".
Una solución muy complicada
A final de cuentas, incluso si hay la voluntad política suficiente para resolver el problema, la cantidad de dinero que se necesitará para prevenir moras en las tres economías más débiles de Europa podría ser demasiado grande.
"Para rescatar a estos países se necesitará una cifra plausible que se calcula alrededor de 600,000 millones de euros", dijo Behravesh. "La Unión Europea se complicó al recaudar 45,000 millones de euros, ya ni pensemos en 600,000". La UE debe dejar claro que tiene un plan, y uno bueno.
Y los grandes planes tienen que ponerse en acción pronto, porque los problemas de España se aproximan, y son más retadores que los de Grecia o Portugal. El desempleo está cerca del 20%, y el país está pendiendo del hilo de la burbuja en las viviendas que reventó el año pasado y mandó a volar a deudores privados y públicos.
Tan sólo este año, España debe cumplir con una obligación de de deuda de 225,000 millones de euros, el equivalente de la economía Griega entera. "España es la grande", dijo Behravesh. "Tiene la atención de todos". Como debe de ser; si España se contagia con el virus de las moras, tiene el potencial de ser demasiado grande para fracasar, pero enfermarse demasiado como para recuperarse.
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