El peso ‘se topa con la pared’
La tendencia del tipo de cambio estará dada por la trayectoria de la economía de EU: analistas; la competitividad a través de la manipulación de las monedas funciona sólo en el corto plazo: Ixe.
El peso tiene un limite de apreciación que está dado por la evolución económica en EU. (Foto: Jupiter Images)
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CIUDAD DE MEXICO (CNNExpansión.com) — A diferencia de otras monedas en América Latina, la apreciación del pesopodría no durar mucho porque se vería limitada ante los problemas estructurales que enfrenta la economía mexicana y el impacto de una desaceleración en la actividad económica de Estados Unidos, advierten especialistas.
Las medidas de alivio monetario que aplicará la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, para revitalizar su alicaída economía, han llevado al tipo de cambio a cotizar en 12.35 pesos por dólar, su nivel más bajo de los últimos 5 meses, aunque los economistas ven un piso en 12.50 pesos.
Sí hay espacio para que el peso se siga apreciando, pero no tanto como para llegar a 12 pesos por dólar, coinciden Alfredo Coutiño y José Luis de la Cruz, director para América Latina de Moody´s Analytics y director del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Estado de México, respectivamente.
Sin embargo, también advierten que de alcanzar esa cotización se prenderían luces de alerta en la política que sigue Banco de México (Banxico), es decir, un peso cercano a 12 pesos sería incómodo para la autoridad monetaria, toda vez que presionaría el nivel de competitividad del sector exportador, que es el que ha liderado el crecimiento económico de México.
De presentarse esta situación, no dudan que el Banco Central incremente el monto de subastas de opciones de dólares al mercado, que actualmente es de 600 millones de dólares mensuales, lo cual además de frenar la apreciación del peso incrementaría las reservas internacionales que ascienden a109,000 millones de dólares.
Una normalización en la política monetaria de Estados Unidos (es decir, subir tasas y retirar apoyos de liquidez) implicaría en automático una revaluación del dólar y pérdidas para las monedas emergentes, como el peso, justo el resultado que se quiere, pero esto sólo sería posible si la economía de EU diera señales fuertes de recuperación, indicó Manuel Guzmán. Economista en jefe de Ixe Grupo Financiero.
"No obstante, estamos ante un escenario en donde ningún país quiere sacrificar su recuperación nacional por mantener el equilibrio global. El mundo ya estuvo en esta encrucijada entre 1930 y 1940 y todo se solucionó con el Bretton Woods de 1943, un gran acuerdo internacional, donde rigió el patrón dólar - oro. Hoy en día, se discute sobre la conveniencia de tipos de cambio, flotantes o flexibles, cuando este debate parecía superado", mencionó.
La competitividad a través de la manipulación de las monedas, puede funcionar sólo en el corto plazo. En el caso específico de México, manipular al peso para hacerlo débil, apoyaría las exportaciones en el corto plazo, pero a mayor plazo todos los que importamos (consumidores y exportadores) veremos mayor inflación.
"La clave no es hacer las cosas más baratas artificialmente, sino más baratas estructuralmente. Es decir, ¿cómo puede un país ofrecer productos de exportación que tengan la mejor relación precio - calidad? La respuesta es competitividad estructural: productos con alto valor agregado, calidad y cualidades únicas que los permitan ser preferidos en los mercados internacionales", subrayó Guzmán.
El peso no ha sido ajeno a esta llamada ‘guerra de monedas', destacó Coutiño. "No se ha apreciado tanto porque México sigue teniendo problemas estructurales en su economía. Mientras Brasil ha crecido a lo largo del año a tasas de 9%, México apenas lo ha hecho a la mitad, además de que sigue ligado al ciclo económico de EU al que no le ha ido tan bien y cuyas perspectivas francamente son pesimistas".
Esta situación ha generado que el peso no reciba todo el influjo de confianza de los inversionistas, como sí ha sido el caso de Brasil, Chile o Perú. "El hecho de estar ligado al pobre destino de EU, ha permitido reducir el nivel de revaluación del peso, aunque en el corto plazo podría seguirse apreciando sin generar desequilibrios económicos", acotó Coutiño.
La suerte del peso un poco estará en función de la estabilidad económica y financiera de EU. "Los vínculos que tiene en la parte de la economía real con la parte financiera de EU, en realdad son los que acabarán condicionando hacia dónde evolucione el peso", expuso De la Cruz.
De hecho, estimó que en el corto plazo el peso tiene un marco de referencia estable. "La mayor incertidumbre se dará hacia finales de año y principios de 2011, cuando los resultados económicos y financieros empiecen a marcar una fase de desaceleración mayor y en realidad quien acabará marcando la evolución de nuestra moneda será la tendencia que muestra la economía de EU", indicó el académico.
Las medidas de alivio monetario que aplicará la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, para revitalizar su alicaída economía, han llevado al tipo de cambio a cotizar en 12.35 pesos por dólar, su nivel más bajo de los últimos 5 meses, aunque los economistas ven un piso en 12.50 pesos.
Sí hay espacio para que el peso se siga apreciando, pero no tanto como para llegar a 12 pesos por dólar, coinciden Alfredo Coutiño y José Luis de la Cruz, director para América Latina de Moody´s Analytics y director del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Estado de México, respectivamente.
Sin embargo, también advierten que de alcanzar esa cotización se prenderían luces de alerta en la política que sigue Banco de México (Banxico), es decir, un peso cercano a 12 pesos sería incómodo para la autoridad monetaria, toda vez que presionaría el nivel de competitividad del sector exportador, que es el que ha liderado el crecimiento económico de México.
De presentarse esta situación, no dudan que el Banco Central incremente el monto de subastas de opciones de dólares al mercado, que actualmente es de 600 millones de dólares mensuales, lo cual además de frenar la apreciación del peso incrementaría las reservas internacionales que ascienden a109,000 millones de dólares.
Una normalización en la política monetaria de Estados Unidos (es decir, subir tasas y retirar apoyos de liquidez) implicaría en automático una revaluación del dólar y pérdidas para las monedas emergentes, como el peso, justo el resultado que se quiere, pero esto sólo sería posible si la economía de EU diera señales fuertes de recuperación, indicó Manuel Guzmán. Economista en jefe de Ixe Grupo Financiero.
"No obstante, estamos ante un escenario en donde ningún país quiere sacrificar su recuperación nacional por mantener el equilibrio global. El mundo ya estuvo en esta encrucijada entre 1930 y 1940 y todo se solucionó con el Bretton Woods de 1943, un gran acuerdo internacional, donde rigió el patrón dólar - oro. Hoy en día, se discute sobre la conveniencia de tipos de cambio, flotantes o flexibles, cuando este debate parecía superado", mencionó.
La competitividad a través de la manipulación de las monedas, puede funcionar sólo en el corto plazo. En el caso específico de México, manipular al peso para hacerlo débil, apoyaría las exportaciones en el corto plazo, pero a mayor plazo todos los que importamos (consumidores y exportadores) veremos mayor inflación.
"La clave no es hacer las cosas más baratas artificialmente, sino más baratas estructuralmente. Es decir, ¿cómo puede un país ofrecer productos de exportación que tengan la mejor relación precio - calidad? La respuesta es competitividad estructural: productos con alto valor agregado, calidad y cualidades únicas que los permitan ser preferidos en los mercados internacionales", subrayó Guzmán.
El peso no ha sido ajeno a esta llamada ‘guerra de monedas', destacó Coutiño. "No se ha apreciado tanto porque México sigue teniendo problemas estructurales en su economía. Mientras Brasil ha crecido a lo largo del año a tasas de 9%, México apenas lo ha hecho a la mitad, además de que sigue ligado al ciclo económico de EU al que no le ha ido tan bien y cuyas perspectivas francamente son pesimistas".
Esta situación ha generado que el peso no reciba todo el influjo de confianza de los inversionistas, como sí ha sido el caso de Brasil, Chile o Perú. "El hecho de estar ligado al pobre destino de EU, ha permitido reducir el nivel de revaluación del peso, aunque en el corto plazo podría seguirse apreciando sin generar desequilibrios económicos", acotó Coutiño.
La suerte del peso un poco estará en función de la estabilidad económica y financiera de EU. "Los vínculos que tiene en la parte de la economía real con la parte financiera de EU, en realdad son los que acabarán condicionando hacia dónde evolucione el peso", expuso De la Cruz.
De hecho, estimó que en el corto plazo el peso tiene un marco de referencia estable. "La mayor incertidumbre se dará hacia finales de año y principios de 2011, cuando los resultados económicos y financieros empiecen a marcar una fase de desaceleración mayor y en realidad quien acabará marcando la evolución de nuestra moneda será la tendencia que muestra la economía de EU", indicó el académico.
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