martes, 29 de septiembre de 2009

Los países ricos golpeados por la crisis y los emergentes que se convirtieron en locomotoras de la economía mundial avanzaron en la cumbre del G20 de Pittsburgh (Estados Unidos) en la coordinación de sus políticas para evitar un nuevo colapso financiero. En la línea del “haber” de la cumbre, que se celebró el jueves y el viernes, figuran la sustitución del G8 de países ricos por el G20 (de industrializados y emergentes) como nuevo timonel de la economía mundial.

Los emergentes también tendrán más poder en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y en el Banco Mundial, con un traspaso de “al menos” un 5% de votos a su favor en el primero y de un 3% en el segundo. Esa resolución, según participantes en las negociaciones, generó gran resistencia en los europeos. El FMI se encargará además de verificar que las políticas de todos los miembros del G20 no amenazan los grandes equilibrios de la economía mundial.

La cumbre también resolvió evitar un retiro “prematuro” de los paquetes gubernamentales de reactivación, que contuvieron la onda expansiva de la crisis, aunque sin garantizar hasta ahora un repunte sólido. Los líderes políticos proclamaron además su intención de apretar las clavijas a los bancos (con normas contra tomas inconsideradas de riesgo) y a las primas de los banqueros, aunque esas medidas, que generan una evidente resistencia, tienen plazos amplios o vagos.

En Pittsburgh, “llegamos a un acuerdo histórico para reformar el sistema financiero mundial a fin de promover la responsabilidad y evitar el abuso, de manera que jamás volvamos a enfrentar una crisis como ésta”, dijo este sábado el presidente estadounidense, Barack Obama, en su programa radial semanal. En el “debe” de la cumbre, figura la brevedad con que trató las cuestiones de la liberalización comercial (se limitó a reiterar el compromiso de concluir la Ronda de Doha en 2010) y del calentamiento global (una mera denuncia de los subsidios a las energías fósiles), a dos meses de la decisiva Conferencia de Copenhague sobre el clima.

El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, sacó un balance positivo, y afirmó que las conclusiones demuestran que “el mundo se está encaminando rápidamente hacia un nuevo orden económico”. Y eso ocurrió, según Lula, porque desde el inicio de la crisis los países ricos dejaron de sentirse “los dueños de la verdad”.

Obama llamó el miércoles al mundo a tomar “una nueva dirección”, caracterizada por el multilateralismo, en abierta contraposición con la postura de su predecesor George W. Bush. “Debemos asumir una nueva era de cooperación basada en intereses comunes y respeto mutuo, y nuestro trabajo debe empezar ya”, dijo Obama ante la Asamblea General de la ONU.

Obama “reconoce implícitamente que Occidente no puede ejercer cualquier predominio en un mundo donde los países no occidentales, como China, India y Brasil, están en ascenso”, afirmó Colin Bradford, cientista político del Brookings Institute. La mayoría de los emergentes lograron limitar el impacto de la crisis y algunos vuelven a crecer como si nada hubiera pasado (+7,8% interanual en el segundo trimestre en China y +6,1% en India), mientras Japón, Alemania y Francia emergen apenas de la recesión y Estados Unidos espera seguirlos a corto plazo.

Los occidentales pretenden que ese dinamismo lleve a China y a otros países del Sur a activar sus mercados internos para sustituir al aletargado mercado estadounidense como dinamizador de la economía mundial. “En Pittsburgh, las principales economías del mundo acordaron continuar con nuestros esfuerzos por estimular la demanda mundial para que nuestra gente vuelva a trabajar”, dijo Obama en su programa radial.

Pero para que Europa y Estados Unidos puedan aprovechar esa dinámica habrá que superar escollos importantes. “Para que la economía mundial emprenda un camino más firme, hará falta que China proceda a reevaluar el yuan frente al dólar y que Estados Unidos contenga su déficit presupuestario”, afirma Peter Morici, de la Universidad de Maryland, quien considera poco probable que alguna de esas cosas ocurra.

Technorati Profile

El G20 estableció el viernes en Pittsburgh (noreste de EEUU) las bases de un nuevo orden económico que otorga más poder a los países emergentes, para evitar otra crisis como la que hace un año sumió en la recesión a las mayores economías del planeta. La cumbre decidó que el G20 -que reúne a Estados Unidos, Europa, Japón y a grandes emergentes como China, Brasil e India- será el “foro principal para la cooperación económica”, en lugar del G8 de países ricos, y se puso manos a la obra para tratar de arreglar los desaguisados provocados por la crisis y los malos manejos que la posibilitaron.

“Hoy hemos tomado medidas audaces y concertadas para asegurar la prosperidad y crear un marco para un crecimiento fuerte, sostenido y equilibrado”, declaró el presidente estadounidense, Barack Obama, en su primera actuación como anfitrión de un gran acontecimiento internacional desde que asumió en enero. Los líderes coincidieron en la necesidad de evitar un retiro “prematuro” de los paquetes gubernamentales de reactivación, ante el riesgo de una recaída en la crisis.

La reactivación aún “no es sólida”, advirtió el presidente chino, Hu Jintao. También se comprometieron en el comunicado final a “asegurar un crecimiento más equilibrado” y destacaron que “todos los miembros del G20 están de acuerdo en corregir las debilidades de sus respectivas economías”.

El equilibrio apunta en particular a que los países con fuertes excedentes comerciales, como Alemania y China, sean menos dependientes de sus exportaciones, como lo reclaman sus clientes altamente endeudados, como Estados Unidos. El G20 también se comprometió a incentivar normas más estrictas sobre los fondos propios de los bancos y a imponer “fuertes normas internacionales” a las primas de los banqueros.

Estas medidas apuntan a evitar la repetición de fenómenos que condujeron a la formación de burbujas financieras y precipitaron la crisis. La cumbre decidió además transferir “al menos 5%” del poder de voto en el FMI y 3% en el Banco Mundial (BM) para los países emergentes, a fin de que el nuevo reparto “refleje el peso económico relativo de sus miembros”.

Se trata de “una victoria extraordinaria”, se congratuló el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, para quien las conclusiones de la cumbre demuestran que “el mundo se está encaminando rápidamente hacia un nuevo orden económico”. La presidenta argentina, Cristina Kirchner, consideró igualmente que fue “una cumbre diferente que va encauzándose en el verdadero problema: qué tipo de crecimiento queremos”, y se congratuló por el hecho de que buena parte de las discusiones se haya focalizado en las masivas pérdidas de empleo provocadas por la crisis.

Esta fue la tercera cumbre del G20 en menos de un año. Con sus nuevas responsabilidades, el G20 celebrará en adelante dos cumbres anuales. Las de 2010 serán en Canadá y Corea del Sur, y la primera de 2011 en Francia. En cualquier caso, el G20 y el G8 tienen algo en común: las protestas callejeras que provocan y que dieron pie a enfrentamientos entre grupos de manifestantes y las fuerzas de seguridad, en los que fueron detenidas 66 personas.

El viernes, miles de personas desfilaron en seis puntos diferentes de la ciudad, con carteles que afirmaban que “El capitalismo no funciona” o que convocaban a “Salvar el clima”. La crisis financiera que estalló hace dos años en Estados Unidos y que hace un año hundió a la economía mundial aceleró el proceso de irrupción de los países emergentes, indispensables para tratar de forma coordinada otros asuntos de dimensión planetaria, como la crisis alimentaria y el cambio climático.

Irán se convirtió en el convidado de piedra de la reunión, al ser acusado de haber desarrollado una planta nuclear secreta por las potencias occidentales, que exigieron al gobierno iraní acatar las leyes internacionales al respecto so pena de nuevas sanciones “severas”.

Technorati Profile

Economía, crimen, drogas, corrupción. Problemas en MéxicoEconomía, crimen, drogas, corrupción. Problemas en México
Pew Research Center

27/09/2009

WASHINGTON.? Aquejados por la crisis económica, por el flagelo del crimen, el narcotráfico y la violencia y por una corrupción de carácter multigeneracional ?una inmensa mayoría de mexicanos se declaran actualmente insatisfechos con el rumbo que lleva el país?.

Aunado a ello, el convencimiento de que quienes abandonan el país tienen más oportunidades de escapar de la pobreza, se ha extendido a niveles sin precedentes. En la actualidad, casi seis de cada 10 mexicanos (57%) consideran que aquellos que han emigrado a Estados Unidos ?gozan de una mejor vida? y uno de cada tres confiesan que si tuvieran la oportunidad se mudarían a la Unión Americana, con o sin autorización del gobierno de aquel país.

Esta percepción era del 51% apenas hace dos años.

La radiografía del pesimismo y la frustración entre los mexicanos es el resultado de un estudio demoscópico elaborado por el Pew Research Center, como parte del denominado Proyecto de Actitudes Globales 2009, en un universo de mil adultos entrevistados entre el 26 de mayo y el 2 de junio pasados.

Los resultados son sólo la confirmación estadística de lo que muchos mexicanos experimentan en su vida cotidiana con problemas derivados por el desempleo, la violencia subyacente a un entorno económico adverso o a la guerra sin cuartel contra el narcotráfico que se libra en la actualidad.

Pero también por la corrupción que lo trastoca todo y una frustración que sigue empujando a cientos de miles hacia Estados Unidos, aunque según la encuesta, en un porcentaje más moderado ya que, de cada diez entrevistados, cuatro aseguraron conocer a alguien que se regresó de la Unión Americana ante la falta de oportunidades y la recesión.

Un dato que concuerda con los últimos indicadores de la Oficina del Censo estadounidense, que ha constatado la significativa reducción de la inmigración desde México ante el reforzamiento de la seguridad fronteriza y el aumento del desempleo en Estados Unidos, que registra en 9.7% a nivel nacional.

Políticos, mal calificados

Entre los entrevistados, la clase política mexicana es la peor valorada. El consenso mayoritario (94%) considera que los políticos corruptos representan el más grave problema de la nación, mientras que 68% considera que los políticos por sí mismos representan un gran inconveniente para el desarrollo del país y la recuperación económica.

Pero, además, un porcentaje significativo de mexicanos están conscientes de la mala imagen de la nación en el extranjero. Según la encuesta, 61% considera que la reputación de México está muy poco valorada en el extranjero.

Crimen organizado

Una percepción reforzada constantemente por los medios de comunicación en Estados Unidos, para los cuales México es sinónimo de violencia y narcotráfico y de ejércitos de inmigrantes que han sido expulsados por un sistema político tan corrupto como desigual.

En medio de este panorama, resulta sorprendente que 87% de los entrevistados se declaren ?relativamente satisfechos? con sus propias vidas y que 54% considere que su situación económica es ?buena?. Además, aunque 69% considera que el estado actual de la economía en su país es malo, 61% espera que la situación mejore para la mayoría en los próximos doce meses.

Sin embargo, el nivel de satisfacción económica de los mexicanos ha retrocedido seis puntos porcentuales en relación con el año pasado.

Otro de los puntos que destaca el informe del Pew Research Center es el apoyo mayoritario (83%) a la estrategia de utilizar al Ejército mexicano en la lucha contra los carteles de la droga que, junto con la corrupción, representan otro de los grandes problemas para la mayoría de los entrevistados (95%).

La encuesta también señaló que 81% de los mexicanos considera el crimen como el mayor problema que enfrenta el país en la actualidad, seguido de la situación económica (75%), las drogas ilícitas (73%) y la corrupción de los dirigentes políticos (68%).

Archivos Adjuntos
REPORTE EJECUTIVO .PDF

domingo, 27 de septiembre de 2009

Obama: "Nueva era de compromiso mundial"

Obama en la Asamblea General de ONU

El presidente dijo que EE.UU. estaba listo para comenzar un nuevo capítulo en la cooperación internacional.

En su primer discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, advirtió de que su país no puede solucionar todos los problemas del mundo por su cuenta y llamó a abrir una nueva era de compromiso mundial.

Con la promesa de que EE.UU. estaba listo para comenzar un nuevo capítulo en la cooperación internacional, Obama aseguró que el antiamericanismo a menudo ha actuado como una excusa para la inacción de otros países. Y aseguró que los miembros de ONU ya no tenían el lujo de entregarse a sus diferencias, sino que se necesita que trabajen juntos.

"Quienes solían criticar a EE.UU. por actuar solo en el mundo no pueden ahora cruzarse de brazos y esperar a que EE.UU. resuelva solo los problemas del mundo. Hemos procurado –de palabra y obra– una nueva era de participación en el mundo. Es hora de que todos nosotros asumamos las responsabilidades que nos corresponden en una respuesta mundial a desafíos mundiales", indicó.

Sobre esos desafíos, el mandatario aseguró: "Si somos francos con nosotros mismos, debemos admitir que no estamos cumpliendo con esa responsabilidad".

Dijo que el extremismo, el genocidio, el cambio climático y la pobreza se encuentran entre los desafíos que los líderes mundiales estaban fallando en abordar.

"Consideren el curso que seguiremos si no encaramos el statu quo: extremistas que siembran terror en regiones del mundo. Conflictos prolongados y sin tregua. Genocidios y atrocidades masivas. Más y más países con armas nucleares. Deshielo del casquete polar y desolación de poblaciones. Pobreza persistente y pandemias. Digo esto no para infundir temor, sino para presentar los hechos: nuestros actos aún no se ajustan a la magnitud de nuestros desafíos", agregó.

"Cambio real"

Ha llegado la hora de que el mundo se mueva en una nueva dirección. Debemos abrazar una nueva era de compromiso basada en el interés mutuo y el respeto mutuo

Barack Obama, presidente de Estados Unidos

Obama dijo ser "muy consciente" de las expectativas que se han generado sobre su gobierno. "Están arraigadas en un descontento con el statu quo que nos ha hecho estar cada vez más definidos por nuestras diferencias y superados por nuestros problemas. Pero también están enraizadas en la esperanza, la esperanza de que el cambio real es posible, y la esperanza de que EE.UU. será un líder en el logro de tal cambio".

Pero dijo que "ningún orden mundial, que eleve una nación por encima de otros" podría tener éxito. "Debemos construir nuevas coaliciones (...) Todas las naciones tienen derechos y responsabilidades.

"Ha llegado la hora de que el mundo se mueva en una nueva dirección. Debemos abrazar una nueva era de compromiso basada en el interés mutuo y el respeto mutuo", agregó.

Jonathan Marcus, analista diplomático de la BBC, destaca que el gobierno de George W. Bush, predecesor al de Obama, veía con desconfianza a la ONU y consideraba que el organismo tenía poco uso.

El presidente dedicó una parte de su discurso a los retos de encontrar una solución para Medio Oriente. Pidió la reanudación de "negociaciones sin condiciones previas" y dijo que no subestima la magnitud de ese desafío. "No voy a titubear en mi búsqueda de la paz", indicó.

Desafíos

Barack Obama

Obama aseguró que buscará un nuevo acuerdo con Rusia para reducir el armamento nuclear.

En su discurso ante los líderes de más de 120 países, Obama delineó "cuatro pilares" sobre los desafíos que enfrenta el mundo: la proliferación nuclear, la paz y la seguridad, la preservación del planeta y la economía global.

El presidente señaló a la Asamblea General que la amenaza de la proliferación nuclear está creciendo hasta alcanzar un alto nivel de complejidad.

Obama dijo que Irán y Corea del Norte deben rendir cuentas si eligen hacer caso omiso de las normas internacionales y poner la búsqueda de armas nucleares por sobre la estabilidad regional.

Además, aseguró que buscará un nuevo acuerdo con Rusia para reducir el armamento nuclear.

BBC Mundo
Última actualización: viernes, 25 de septiembre de 2009 - 22:53 GMT

G-20: más capital, menos bonos

Los bancos tendrán que reforzar su capital y reducir los bonos que pagan a sus altos ejecutivos, según acordó el grupo del G-20 en la reunión que celebró en Pittsburgh, Estados Unidos.

Los líderes de este foro, se comprometieron a poner fin a los excesos del sector bancario, ya que su "temeridad y ausencia de responsabilidad" condujeron a la crisis actual.

La declaración adoptada este viernes ataca los bonos de los que se benefician los directivos bancarios, que creen deberían ser fijados por objetivos a largo plazo y vinculados al rendimiento de cada entidad.

Las decisiones que se adoptan en el marco de las cumbres del G-20 no tienen fuerza legal, pero marcan la pauta para que los gobiernos miembros del grupo definan sus propias políticas e influyan en el resto del mundo.

El propio presidente de EE.UU., Barack Obama, advirtió al término de la cumbre que "los que abusen del sistema tendrán que asumir la responsabilidad".

El sector bancario, que ha estado bajo un intenso escrutinio político y público en el último año, reconoció la conveniencia de la recomendación que los forzaría a un aumento de capitales para finales de 2012.

"La reforma de la política y la práctica de compensaciones es una parte esencial de nuestros esfuerzos por incrementar la estabilidad financiera", dice el comunicado del G-20.

Otra de las propuestas acordadas en Pittsburgh es que los organismos multilaterales amplíen la participación de los países emergentes. Se hace referencia al caso concreto del Fondo Monetario Internacional (FMI), donde las naciones ricas cederán un 5% de su capacidad de voto a aquellas economías menos representadas.

"Paciente en recuperación"

"Los que abusen del sistema tendrán que asumir la responsabilidad"

Barack Obama, presidente de EE.UU.

Para las llamadas economías emergentes, la de Pittsburgh ha sido una cumbre positiva por el sólo hecho de que el grupo ha quedado oficializado como el foro de discusión económica por excelencia, desplazando al mas restringido grupo del G-8.

"Ha sido una cumbre sustantiva", fue la descripción que hizo de la reunión el ministro de finanzas de México, Agustin Carstens, poco antes de que finalizara el encuentro.

Carstens destacó las diferencias que a su entender existieron entre la cumbre de Pittsburgh y la realizada en abril en Londres, cuando los gobiernos temían que se agravara aún más la peor recesión registrada en las últimas décadas.

"Es una cumbre muy diferente a la que hubo en Londres. En Londres no se veía ni siquiera el fondo, ahora ya se toco fondo y estamos en el rebote", dijo el ministro mexicano

"Hay una actitud más positiva pero también cauta; en el sentido de que el paciente si bien va en recuperación, todavía le falta trabajo para que la recuperación sea completamente sostenida y dé todo el potencial que necesitamos".

Planes de estímulo

Para los líderes del G-20 "el proceso de recuperación y reparación aún no se ha completado". Por esa razón, ratificaron el compromiso de mantener los planes de estímulo y anticiparon que prepararán una estrategia de salida para cuando llegue el momento propicio.

"No podemos descansar hasta que la economía global vuelva a su plena salud. Nos comprometemos hoy a mantener nuestra fuerte respuesta a la crisis hasta que esté asegurada una recuperación duradera", expresaron en la declaración final.

Una de las preocupaciones que no parecen haber logrado resolver los líderes mundiales reunidos en Pittsburgh es cómo balancear la necesidad de inyectar fondos públicos mediante paquetes de estímulo y las deformaciones que pueden generar en la salud económica.

Fuentes cercanas a las discusiones aseguraron a BBC Mundo que la solución ha sido dejar que los países que puedan sostener esos desequilibrios sigan con las medidas extraordinarias, aunque "habría que empezar a pensar medidas de salida" para garantizar que se mantengan los equilibrios fiscales.

Temas ecológicos y cambio climático

Hubo varias "novedades" en la cumbre de Pittsburgh.

Por un lado la preocupación expresada por los gobiernos de que se deben coordinar políticas para la preservación del ambiente y el ahorro de energía.

Por otro, el alto perfil del sector sindical, evidenciado en la presencia de una representación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), organismo que participa por primera vez en este tipo de encuentros.

Muchos economistas han advertido que la recuperación económica que se está registrando no es de "buena calidad" para los trabajadores, porque no está generando la recuperación del mercado laboral en la misma medida que el resto de los indicadores económicos.

El presidente Obama y varios voceros del gobierno estadounidense han advertido que el desempleo que se registra en EE.UU. actualmente –alrededor del 10% - seguirá manteniéndose alto en los próximos meses, pese al impulso que ha ganado la economía.

BBC Mundo
Última actualización: viernes, 24 de julio de 2009 - 03:39 GMT

Claves de la reforma sanitaria en EE.UU.

Cuando accedió a la presidencia de Estados Unidos, Barack Obama situó entre sus principales prioridades la reforma del sistema de salud público.

Obama quiere que la reforma sea aprobada antes de fines de 2009, pero los legisladores del Congreso de EE.UU. no logran ponerse de acuerdo en la manera de implementarla.

¿Cuál es la actual estructura del sistema de salud estadounidense?

A deferencia de otros países desarrollados, EE.UU. no cuenta con un sistema de cobertura universal.

Es responsabilidad de los ciudadanos asegurarse la cobertura médica. Muchos estadounidenses la consiguen a través de sus empleadores y otros suscriben seguros de salud privados.

Bajo las condiciones de la mayoría de los seguros de salud, los asegurados pagan una cuota, aunque a veces deben costear parte de los tratamientos, lo que se conoce como deducibles. La cantidad que pagan varía según el seguro suscrito.

¿Da el gobierno de EE.UU. cobertura a algún ciudadano?

Sí. Los estadounidense mayores de 65 años pueden acceder a un sistema de salud gubernamental conocido como Medicare.

Los padres con ingresos bajos, los niños, las mujeres embarazadas y las personas con ciertas discapacidades pueden acceder a la cobertura sanitaria pública de Medicaid.

El gobierno de EE.UU. también ofrece el Programa Estatal de Seguro de Salud Infantil, que da cobertura a los hijos de familias de ingresos bajos pero no tan bajos como para beneficiarse de Medicaid.

Los veteranos del ejército también tienen acceso a un seguro de salud financiado por el gobierno.

¿Cuál es el problema del sistema estadounidense?

Los costos para los ciudadanos se han incrementado dramáticamente.

Las primas de los seguros que proveen los empleadores han aumentado cuatro veces más rápido que los salarios, y son ahora el doble de caras que hace 9 años.

Mientras, el porcentaje de empleados con un deducible anual superior a US$1.000 aumentó del 1% al 18% entre 2000 y 2008.

Por otro lado, el gobierno federal estadounidense gastó US$2,2 billones en salud en 2007. Ello representa más del 16% del Producto Interno Bruto (PIB) de EE.UU. y casi el doble de la media de otros países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

¿Cuáles son las consecuencias del aumento de los costos de la cobertura sanitaria?

El aumento de los costos individuales hace que cada vez más estadounidense sean incapaces de pagar un seguro de salud. Unos 47 millones de personas, sobre una población de 300 millones, no cuentan con un seguro sanitario.

Además, otros 25 millones de ciudadanos tienen una cobertura inadecuada para sus necesidades.

Cuando alguien sin seguro o con una cobertura inadecuada enferma, debe pagar los costos sanitarios de su propio bolsillo.

Muchos deben elegir entre no recibir tratamiento o declararse en bancarrota.

La mitad de las bancarrotas de particulares en EE.UU. son en parte consecuencia de las astronómicas facturas médicas.

El aumento de los costos también hace que el gobierno esté gastando cada vez más dinero en los programas Medicare y Medicaid.

¿Qué propone Obama?

En la campaña electoral de 2008 Obama propuso crear un sistema de seguro de salud nacional para todos los estadounidenses sin cobertura de sus empleadores o del gobierno federal, financiado por las contribuciones de los empleadores que no cuentan con su propio esquema y con la eliminación de los recortes de impuestos implementados por el ex presidente George W. Bush.

Desde que accedió a la Casa Blanca, Obama ha abandonado estas propuestas específicas.

Consciente de que cualquier reforma debe ser aprobada por el Congreso antes de convertirse en ley, Obama ha delegado el trabajo de diseñar los detalles de la misma a los legisladores de las dos cámaras, estableciendo tres principios que cualquier reforma debe cumplir para contar con su apoyo.

Estos principios incluyen la reducción de los costos, la garantía de que todos los ciudadanos tendrán la libertad de elegir su sistema de salud -incluyendo el sistema público- y asegurar que todos los estadounidenses tienen acceso a una cobertura sanitaria asequible y de calidad.

¿Qué propuestas han presentado los legisladores?

Varios comités del Congreso están trabajando en proyectos de reforma.

El Comité de Salud del Senado fue el primero en aprobar un borrador de reforma.

Éste extiende la cobertura sanitaria requiriendo a todos los estadounidenses que suscriban un seguro de salud y proveyendo subsidios a las familias con menos recursos para ayudarles a pagar la cobertura.

También exige a que la mayoría de los empleadores que provean un seguro a sus empleados, al tiempo que extiende la cobertura de Medicaid a más ciudadanos.

Quizás el punto más relevante del proyecto es que establece un plan de seguro sanitario público, accesible a todos aquellos que no tienen cobertura de sus empleadores o no pueden acceder a Medicaid.

Por otro lado, tres comités de la Cámara de Representantes han acordado un proyecto conjunto que prevé un sistema similar al del Comité de Salud del Senado

Mientras, se espera que el proyecto del Comité de Finanzas de la cámara alta también prevea la obligación de contar con un seguro, aunque no incluirá la opción pública. En su lugar, se crearían cooperativas médicas sin ánimo de lucro que competirían con las aseguradoras privadas.

¿Cómo se financiará la reforma del sistema de salud público?

Parte será costeado con la reducción de gastos innecesarios, la introducción de un sistema de registro electrónico de los pacientes y la disminución de los pagos que actualmente reciben los hospitales por tratar a pacientes sin seguro en las salas de emergencia (eliminando estos pagos si todos los pacientes tienen seguro).

Pero estas medidas no lograrán cubrir la totalidad de la reforma.

La propuesta de la Cámara de Representares prevé un aumento de los impuestos de hasta el 5,4% para las familias que tienen unos ingresos de más de US$350.000 al año. Esta medida es poco probable que sea aprobada por la cámara alta por su impopularidad.

El Comité de Finanzas del Senado se plantea el cobro de un impuesto sobre los beneficios sanitarios otorgados por las empresas a los empleados. Hasta ahora estos no se consideran como parte del sueldo, por lo que están exentos del pago de impuestos.

Ésta propuesta parece ser impopular entre sindicatos y algunos demócratas, por lo que es poco probable que sea aprobada.

En el proyecto presupuestario que presentó en marzo, Obama propuso acabar con los recortes de impuestos de los que se pueden beneficiar los ciudadanos ricos que hacen donaciones de caridad, pero ello fue criticado tanto por los republicanos como por los demócratas y la propuesta fue retirada cuando el presupuesto pasó por el Congreso.

¿Será aprobada la reforma sanitaria este año?

Esa es la intención del presidente Obama, pero los desacuerdos en el Congreso sobre la manera de obtener la financiación amenazan con paralizarla.

Obama y su equipo van a presionar para que la reforma se apruebe este año y podrían estar dispuestos a hacer algunas concesiones para que así sea.

Todavía queda por ver si la reforma resultante complace a todo el mundo.

BBC Mundo
Última actualización: miércoles, 16 de septiembre de 2009 - 22:30 GMT

La cuestión racial persigue a Obama

En Estados Unidos algunos dicen que el peor insulto que puede hacérsele a alguien es acusarlo de racista. Si eso es así, entonces el debate político nacional se está convirtiendo en un torneo de peyorativos. Y ese descalificativo mayor ha salido ya a relucir.

En sus ocho meses en la Casa Blanca, Barack Obama ha sido tildado de "nazi", "comunista", "socialista", "musulmán" (cosas estas tres últimas que para algunos extremistas puedan ser descalificativos), y hasta de no ser ciudadano estadounidense.

Pero acusarlo de mentiroso en una sesión solemne de ambas cámaras del Congreso ha sido para muchos el "colmo" de la falta de respeto hacia la figura del primer mandatario, como pasó la noche del miércoles 9 de septiembre cuando Obama explicaba su proyecto de reforma de salud.

Opine: ¿Se juega la carta racial en EE.UU.?

El grito de "usted miente" que le espetó el congresista republicano Joe Wilson, incluso ha sido considerado por algunos como una manifestación de racismo hacia el primer presidente negro de la historia estadounidense.

"El sentimiento subyacente entre muchos en este país es que un afroamericano no debería ser presidente", aseguró el martes el ex presidente Jimmy Carter, con lo que aceleró la polémica.

Lea: Carter: las críticas a Obama "son racistas"

"Tendencia perturbadora"

Carter aseguró que el grito de Wilson en el Congreso es parte de una "tendencia perturbadora" que asegura haber visto en los últimos meses. Sobre todo en manifestaciones de derecha que se oponen a la reforma de salud y a otras políticas impulsadas por Obama.

Aunque Wilson se disculpó inmediatamente con la Casa Blanca y el presidente aceptó la disculpa, a instancias del Caucus Negro demócrata en la Cámara de Representantes –el grupo de parlamentarios afroamericanos– el cuerpo tomó la también inusual decisión de reprobar al congresista.

Pese a que muchos, incluso algunos demócratas, consideraban innecesaria la sanción, los parlamentarios negros argumentaron que esa "afrenta inédita" a un presidente se ha visto favorecida por supuestas posturas racistas que algunos conservadores han venido explotando para desprestigiar al gobierno.

"Cualquiera que diga lo contrario está en una negación (…) Pese a todo el progreso que hemos tenido hay todavía un problema con el tema racial en EE.UU.", le aseguró a BBC Mundo Keith Wright, miembro del Caucus Negro.

"No es por el color"

"Entendemos que la gente no esté conforme con algunas de las decisiones que hemos tomado y algunas de las actuaciones de esta administración"

Robert Gibbs

Sin embargo, la Casa Blanca negó que las protestas y las duras críticas a los proyectos del presidente "estén basadas en el color de la piel".

"Entendemos que la gente no esté conforme con algunas de las decisiones que hemos tomado y algunas de las actuaciones de esta administración", dijo el vocero presidencial, Robert Gibbs.

Por otro lado, el hijo mayor de Wilson, Alan, ha salido en defensa del congresista asegurando que "no hay un solo hueso racista en el cuerpo de mi padre".

"Ni siquiera se ríe ante esos chistes (racistas) de mal gusto. No voy a comentar sobre el ex presidente Carter porque no conozco al presidente Carter. Pero yo conozco a mi papá y simplemente eso no está en él", afirmó Alan Wilson en un evento en Atlanta.

Agosto candente

"Este tipo de cosas no son salidas casuales de un debate sincero sobre si debemos tener o no un programa nacional de cuidados de salud. Es más profundo que eso"

Jimmy Carter, ex presidente de EE.UU.

Agosto, el normalmente tranquilo mes de receso político en Washington, fue muy activo en otras partes del país en las que se convocaron asambleas ciudadanas para discutir el proyecto de reforma de salud.

En algunas de ellas se vieron a ciudadanos exaltados expresando su desacuerdo con lo que consideran la intención "socialista" –y por tanto peligrosa para ellos– de crear un sistema de salud manejado por el gobierno.

En muchas de esas asambleas se podían ver carteles caricaturizando la figura de Obama, con un bigote a lo Adolfo Hitler, o como un Pinocho al que curiosamente no le crece la nariz, sino las orejas, uno de los rasgos fisonómicos más pronunciados de presidente.

También ha estado circulando un video en el que un pastor sureño dice "desear" que el presidente muera porque "odia" lo que representa. Y hasta algunas personas fuertemente armadas han acudido a reuniones en las que está presente el presidente, poniendo en alerta adicional al Servicio Secreto.

"Este tipo de cosas no son salidas casuales de un debate sincero sobre si debemos tener o no un programa nacional de cuidados de salud. Es más profundo que eso", afirmó Carter.

Entre inmigrantes y reformistas

El ex presidente del Partido Demócrata en Carolina del Sur, Dick Harpootlian, afirmó no creer "que la salida de Joe (Wilson) haya sido porque el presidente Obama sea afroamericano".

"Creo que se debió a que no hubo un filtro entre su cerebro y su boca", señaló.

"Creo que la conducta de Joe fue estúpida, pero creo que sería igualmente estúpida sin importar el color del presidente. (…) Yo respetuosamente estoy en desacuerdo con el presidente Carter, porque le da validez al racismo", afirmó Harpootlian este miércoles en entrevista con el canal de noticias Fox.

El grito de Wilson se produjo justo en la parte del discurso en la que el presidente Obama aseguraba que los inmigrantes ilegales no recibirán beneficios con la reforma, algo que preocupa a muchos estadounidenses que consideran injusto que sus impuestos paguen servicios para personas que violan la ley para estar en EE.UU.

Junto con el costo de US$900.000 millones, la posibilidad de que el gobierno desplace a empresas privadas del sector y que se establezcan límites a los servicios de salud disponibles para la población, los potenciales beneficios a los inmigrantes ilegales es lo que más preocupa a los críticos de la reforma.

Por eso muchos aseguran que el racismo del que acusan a Wilson tendría una doble vertiente en la falta de respeto hacia el presidente Obama y en el rechazo a los inmigrantes, particularmente los de origen latinoamericano, que conforman la mayoría de los indocumentados que viven en EE.UU.

"Nadie sabe qué estaba pensando Joe Wilson o qué lo motivó a hacer ese comentario. O si fue racista o no, pero fomenta este ambiente en el que expresiones racistas se han convertido en tolerables".

Carta racial

"Nadie sabe qué estaba pensando Joe Wilson o qué lo motivó a hacer ese comentario. O si fue racista o no, pero fomenta este ambiente en el que expresiones racistas se han convertido en tolerables"

Dick Harpoolitan, dirigente demócrata de Carolina del Sur

Hay una diferencia entre las motivaciones de Wilson y el contexto del debate público, pues mientras el congresista puede no haber actuado movido por sentimientos raciales, su comentario alimenta un delicado debate que existe en la sociedad estadounidense.

En ese debate Obama nunca ha jugado la carta racial, una estrategia que han usado con éxito algunos políticos estadounidenses.

Aunque el mandatario suele referirse a problemas de su niñez y juventud nunca habla de ellos como parte de una condición racial sino como un asunto familiar.

La única vez que entró en un debate de ese tipo fue en julio pasado cuando acusó a la policía de Cambridge, Massachussets, de haber actuado "estúpidamente" al arrestar a un académico negro que además es amigo suyo.

El presidente sugirió en ese momento -aunque no lo dijo directamente- que la raza del profesor pudiera haber tenido un papel en su arresto.

Ante las críticas de la policía, el presidente lamentó sus palabras y todo terminó con unas cervezas en los jardines de la Casa Blanca entre Obama, el profesor arrestado y el policía blanco que lo arrestó.

No es extraño que la minoría negra estadounidense -el 14% de la población de acuerdo con la Oficina del Censo- se sienta discriminada en un país en el que hasta hace pocas décadas la separación de razas estaba legalmente permitida.

Pese a las conquistas legales y sociales del movimiento por los derechos civiles entre los años '50 y '70, y al respeto universal que suscita la figura de su principal líder, Martin Luther King, la desconfianza entre razas persiste. Y, en este caso, tiene usos políticos.


sábado, 19 de septiembre de 2009

Coloca Hacienda bonos de deuda por mil 750 millones de dólares
De la Redacción

Ayer viernes se realizaron dos emisiones de deuda en los mercados internacionales de capital, a través de las cuales se colocaron mil millones de dólares de bonos globales con vencimiento en 2019 y 750 millones de dólares más con vencimiento en 2040.

Los rendimientos logrados en la colocación de los dos instrumentos, son los más bajos que haya obtenido el gobierno federal en emisiones con plazos de 10 y 30 años.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público informó que el viernes, aprovechando la reciente mejoría en la liquidez de los mercados financieros internacionales, el gobierno federal realizó dos emisiones en los mercados de capital por un monto total de mil 750 millones de dólares, mediante la reapertura de los bonos globales con vencimiento en 2019 y 2040, originalmente colocados en diciembre de 2008 y enero de 2008, respectivamente. Los rendimientos que estos instrumentos de deuda otorgan a los inversionistas son 5.126 por ciento para el bono con vencimiento en 2019, y 6.042 por ciento para el bono con vencimiento en 2040.

Términos y condiciones

El bono con vencimiento en marzo del 2019 tiene un plazo de poco menos de 10 años y paga un cupón de 5.950 por ciento. Se estima que el inversionista recibirá un rendimiento al vencimiento de 5.126 por ciento, lo que equivale a un diferencial con respecto de los bonos del Tesoro del gobierno estadunidense (BTN) de aproximadamente 165 puntos base.


viernes, 18 de septiembre de 2009

Mueren 45 mil sin seguro en EU.- estudio
El estudio fue auspiciado por un fondo de investigación federal, y publicado en la revista American Journal of Public Health
Por Reuters
Washington DC, Estados Unidos (18 septiembre 2009).- Cerca de 45 mil personas mueren cada año en Estados Unidos, en gran medida, debido a la falta de un seguro de salud y a no obtener una buena atención médica, señalaron investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard en un análisis publicado el jueves.

"Cada día estamos perdiendo más estadounidenses debido a la falta de acción", señaló el doctor David Himmelstein, un coautor del estudio y profesor asociado de Medicina en Harvard.


Los investigadores señalaron que los adultos estadounidenses de 64 años y mas jóvenes que carecen de seguro de salud tienen 40 por ciento más de riesgo de morir que aquellos que poseen cobertura.

Los descubrimientos surgen en medio de un fuerte debate por los esfuerzos demócratas para reformar la industria de salud, por medio de una expansión de la cobertura y una reducción de los costos de la atención.

El Presidente Barack Obama ha convertido la reforma en una prioridad de su política doméstica, pero su plan se ha visto atacado por críticas y atrasos debido a intensas batallas políticas en el Congreso.

El estudio de Harvard, auspiciado por un fondo de investigación federal, fue publicado en la versión en línea de la revista American Journal of Public Health.

Un estudio similar en 1993 postuló que aquellos sin seguro de salud tenían 25 por ciento más de riesgo, de acuerdo con el grupo del prestigioso centro de enseñanza.

El Instituto de Medicina usó los datos más tarde en sus estimaciones de 2002, demostrando que cerca de 18 mil personas por año mueren debido a la falta de cobertura.

Parte del creciente riesgo ahora se debe al incremento del número de personas que no tienen seguro, dijo Himmelstein.

Aproximadamente 46.3 millones de personas en Estados Unidos carecían de cobertura en 2008, informó la semana pasada la Oficina del Censo del país; más que los 45.7 millones de 2007.

Otro factor es que hay menos lugares para que quienes no poseen seguros obtengan una buena atención. Hospitales públicos y clínicas han cerrado o se han reducido en ciudades como Nueva Orleans, Detroit y otras.

viernes, 4 de septiembre de 2009

SEGURO POPULAR A INMIGRANTES Y FAMILIARES EN MEXICO

Seguro Popular desde EU: Córdova