G-20: más capital, menos bonos
Los bancos tendrán que reforzar su capital y reducir los bonos que pagan a sus altos ejecutivos, según acordó el grupo del G-20 en la reunión que celebró en Pittsburgh, Estados Unidos.
Los líderes de este foro, se comprometieron a poner fin a los excesos del sector bancario, ya que su "temeridad y ausencia de responsabilidad" condujeron a la crisis actual.
La declaración adoptada este viernes ataca los bonos de los que se benefician los directivos bancarios, que creen deberían ser fijados por objetivos a largo plazo y vinculados al rendimiento de cada entidad.
Las decisiones que se adoptan en el marco de las cumbres del G-20 no tienen fuerza legal, pero marcan la pauta para que los gobiernos miembros del grupo definan sus propias políticas e influyan en el resto del mundo.
El propio presidente de EE.UU., Barack Obama, advirtió al término de la cumbre que "los que abusen del sistema tendrán que asumir la responsabilidad".
El sector bancario, que ha estado bajo un intenso escrutinio político y público en el último año, reconoció la conveniencia de la recomendación que los forzaría a un aumento de capitales para finales de 2012.
"La reforma de la política y la práctica de compensaciones es una parte esencial de nuestros esfuerzos por incrementar la estabilidad financiera", dice el comunicado del G-20.
Otra de las propuestas acordadas en Pittsburgh es que los organismos multilaterales amplíen la participación de los países emergentes. Se hace referencia al caso concreto del Fondo Monetario Internacional (FMI), donde las naciones ricas cederán un 5% de su capacidad de voto a aquellas economías menos representadas.
"Paciente en recuperación"
"Los que abusen del sistema tendrán que asumir la responsabilidad"
Barack Obama, presidente de EE.UU.
Para las llamadas economías emergentes, la de Pittsburgh ha sido una cumbre positiva por el sólo hecho de que el grupo ha quedado oficializado como el foro de discusión económica por excelencia, desplazando al mas restringido grupo del G-8.
"Ha sido una cumbre sustantiva", fue la descripción que hizo de la reunión el ministro de finanzas de México, Agustin Carstens, poco antes de que finalizara el encuentro.
Carstens destacó las diferencias que a su entender existieron entre la cumbre de Pittsburgh y la realizada en abril en Londres, cuando los gobiernos temían que se agravara aún más la peor recesión registrada en las últimas décadas.
"Es una cumbre muy diferente a la que hubo en Londres. En Londres no se veía ni siquiera el fondo, ahora ya se toco fondo y estamos en el rebote", dijo el ministro mexicano
"Hay una actitud más positiva pero también cauta; en el sentido de que el paciente si bien va en recuperación, todavía le falta trabajo para que la recuperación sea completamente sostenida y dé todo el potencial que necesitamos".
Planes de estímulo
Para los líderes del G-20 "el proceso de recuperación y reparación aún no se ha completado". Por esa razón, ratificaron el compromiso de mantener los planes de estímulo y anticiparon que prepararán una estrategia de salida para cuando llegue el momento propicio.
"No podemos descansar hasta que la economía global vuelva a su plena salud. Nos comprometemos hoy a mantener nuestra fuerte respuesta a la crisis hasta que esté asegurada una recuperación duradera", expresaron en la declaración final.
Una de las preocupaciones que no parecen haber logrado resolver los líderes mundiales reunidos en Pittsburgh es cómo balancear la necesidad de inyectar fondos públicos mediante paquetes de estímulo y las deformaciones que pueden generar en la salud económica.
Fuentes cercanas a las discusiones aseguraron a BBC Mundo que la solución ha sido dejar que los países que puedan sostener esos desequilibrios sigan con las medidas extraordinarias, aunque "habría que empezar a pensar medidas de salida" para garantizar que se mantengan los equilibrios fiscales.
Temas ecológicos y cambio climático
Hubo varias "novedades" en la cumbre de Pittsburgh.
Por un lado la preocupación expresada por los gobiernos de que se deben coordinar políticas para la preservación del ambiente y el ahorro de energía.
Por otro, el alto perfil del sector sindical, evidenciado en la presencia de una representación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), organismo que participa por primera vez en este tipo de encuentros.
Muchos economistas han advertido que la recuperación económica que se está registrando no es de "buena calidad" para los trabajadores, porque no está generando la recuperación del mercado laboral en la misma medida que el resto de los indicadores económicos.
El presidente Obama y varios voceros del gobierno estadounidense han advertido que el desempleo que se registra en EE.UU. actualmente –alrededor del 10% - seguirá manteniéndose alto en los próximos meses, pese al impulso que ha ganado la economía.
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