Tener una personalidad ansiosa (ansiedad-rasgo) o estar ansioso en una determinada situación (ansiedad-estado) hace que atendamos de modo diferente a lo que sucede en nuestro entorno, señala una investigación realizada por científicos de la Universidad de Granada.
Los investigadores realizaron una prueba de atención a participantes con altos y bajos niveles de ansiedad rasgo, y a otros grupos de estudiantes a quienes les habían inducido previamente un estado de ansiedad elevado.
Así, se constató que los individuos con alta ansiedad rasgo presentaban un déficit en el funcionamiento de la red de control cognitivo, encargada de la resolución de conflictos y el control voluntario de la acción. Estas funciones están relacionadas con el córtex prefrontal del cerebro.
En cambio, los participantes con alta ansiedad estado presentaron unos índices superiores de alerta y orientación, redes atencionales más influidas por los procesos de análisis del estímulo.
El estudio ha logrado, de esta forma, definir los efectos de estos dos tipos de ansiedad sobre la manera de atender lo que pasa a nuestro alrededor. Los científicos creen que esta definición será de enorme utilidad para la intervención terapéutica, a la hora de aliviar los trastornos de ansiedad, tan frecuentes en nuestra época.
No hay comentarios:
Publicar un comentario