EDITORIAL
LAS CARTAS DEL GOBERNADOR
Contra su costumbre de no asistir a los informes de diputados, el gobernador Zeferino Torreblanca Galindo acompañó a dos legisladores acapulqueños: Carlos Alvarez Reyes y María Antonieta Guzmán Vizairo.
El dato habría parecido mera cortesía hacia dos personajes que le han sido muy cercanos dentro de su equipo, pero, en el contexto de los movimientos previos a la definición de candidatos a gobernador, va más allá, pues para nadie pasó desapercibido que la presencia del gobernador en el acto de Alvarez tuvo un fuerte olor a destape.
Los corrillos políticos han dicho, desde hace un año aproximadamente, que el favorito del gobernador para ir por el relevo en casa Guerrero es el ex secretario de Desarrollo Rural y actual diputado federal por la Costa Grande, Armando Ríos Piter. Tan insistente versión se fortaleció cuando, a contracorriente, Ríos Piter obtuvo un triunfo donde el PRI gobierna la mayoría de los municipios.
Sin embargo, la aparición de Alvarez no es un asunto casual. Quieres recuerdan, saben que el ex secretario de Finanzas había sido previsto para esa postulación desde 2005, pero luego, sin que mediara explicación alguna, había sido reemplazado por el tecpaneco.
Al acudir al informe el viernes, Torreblanca mandó un claro mensaje: no una, sino dos cartas tiene para jugar por la candidatura. Y ambos diputados tienen sus propias fortalezas: Ríos Piter es un hombre con empuje y carisma, que se está moviendo en el plano nacional; y Alvarez Reyes tiene la experiencia y el dato no desdeñable de que a él se le atribuye nada menos que el control administrativo del gobierno zeferinista en Acapulco que impulsó al hoy mandatario a Casa Guerrero.
En el juego de las posiciones, hoy se miran frente a frente dos hombres de un mismo equipo. Ríos Piter tiene desenvoltura en el Distrito Federal; Carlos Alvarez tiene –lo demostró el viernes– padrino, y se mueve en Acapulco, donde está el 25 por ciento del electorado estatal.
¿Y Antonieta Guzmán? Ya se le ve: en pos de recuperar la alcadía de Acapulco para el PRD, o tras una diputación federal. Los tres han ganado sus distritos; sumados, harían una gran fuerza.
Por otro lado, si el PRD le sigue pegando a Zeferino Torreblanca, el gobernador volteará sus ojos hacia su cercano amigo Manuel Añorve; pero si con inteligencia tiende puentes de acercamiento podrían recuperar el gobierno y hacer una gran alianza como lo declaró hoy María Antonieta, porque el PRD tiene todo para ganar. Es decir: si el candidato por el PRI es Aguirre Rivero el gobernador se verá en necesidad de postular precandidato propio para ganar la candidatura y consecuentemetne la gubernatura. Ya se vio que Zeferino Torreblanca estuvo en el informe de Carlos Alvarez y le dijo claro que está con él; no se ha sabido nada del escuirridizo y a veces evasivo Armando Ríos Piter. Por lo tanto es de creerse que la carta fuerte del gobernador es Carlos Alvarez. Por si alguien lo duda, Carlos fue secretario de Finanzas en el municipio y posteriormente en el estado. ¿Quién confiaría las finanzas en cualquier persona? No tiene comparación Desarrollo Rural con la secretaría de Finanzas, que no es cualquier cargo, simplemente es la gallina de los huevos de oro.
El PRD tiene la palabra: se une y gana, o, como va, pierde.
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