lunes, 11 de enero de 2010

Ven difícil que 2010 sea año de reformas
José Manuel Arteaga, Manuel Lombera y Elena Michel
El Universal

Lunes 11 de enero de 2010


Especialistas en distintas disciplinas alertan que México no puede esperar más; le urgen una reforma económica (fiscal, energética, laboral...) y una política. Pero también coinciden en que la agenda electoral no conoce de emergencias 


Partidos impondrán "sus urgencias", no las del paísDe las reformas fiscal, laboral, energética y de telecomunicaciones que pretende realizar el gobierno sólo saldrán las que impongan los partidos y no las que necesita el país, debido al año electoral y a la falta de liderazgo, advierten expertos.
Las diferentes fuerzas políticas van a querer mantener sus intereses, prevé el investigador de la UNAM, Jesús Sánchez Arciniega. El director de la Facultad de Economía de la Universidad Panamericana, Gabriel Pérez del Peral, ve el mismo problema: "El tema político será el principal escollo", asegura.
La falta de liderazgo que defina el rumbo de las propuestas será un obstáculo importante, según José Luis de la Cruz, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey. "Ante la diversidad de opiniones, la pregunta es ¿hacia dónde deben ir las reformas?", cuestiona.
Alfredo Coutiño, director para Latinoamérica de Moody's Economy.com, confía sin embargo en que el gobierno federal demuestre capacidad de liderazgo y empuje la modificación que tiene la mayor prioridad: la reforma fiscal. Dice que en el caso de las telecomunicaciones, el problema es la oposición de grandes grupos; considera que los cambios laborales y energéticos irán más lentos.
Reclaman al Presidente no consensuar iniciativa
Especialistas y académicos coinciden en que la propuesta de reforma política enviada por el presidente Felipe Calderón al Congreso de la Unión difícilmente será aprobada, ya que no fue consensuada con los partidos y está centrada sólo en otorgar más facultades al Ejecutivo.
Lorenzo Córdova, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, expresa que la propuesta debió contar con un "mínimo de consenso" entre las fuerzas políticas, para lo cual debió instalarse previamente una mesa de negociación de alto nivel.
El historiador Lorenzo Meyer, de El Colegio de México, señala que la iniciativa llegó en el peor momento porque "la magia por la construcción de un nuevo régimen" ya desapareció. Esa tarea, destaca, le correspondía a Vicente Fox, pues en 2000 tuvo el apoyo social.
Para el ex consejero electoral Jesús Cantú la principal debilidad del proyecto es que sólo ve una cara de la moneda: brindar más atribuciones al Ejecutivo.
Critica la incongruencia de que para registrar a un candidato independiente se requiera 1% de firmas de los ciudadanos inscritos en el padrón electoral, mayor a lo requerido para constituir un partido.

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