Víctor Jara, el popular cantautor chileno que fue torturado y asesinado tras el golpe de Estado de 1973, fue enterrado este sábado 36 años después de su muerte luego de un emotivo y multitudinario funeral.
Tras un acto de homenaje, sus restos fueron inhumados en el Cementerio General de Santiago, en el mismo nicho donde había sido enterrado el 16 de septiembre de 1973 por su viuda, Joan Turner, en una ceremonia privada con la presencia de familiares y amigos.
En junio pasado su cuerpo fue exhumado para ser sometido a análisis forenses con el fin de esclarecer cómo y quién ordenó su asesinato.
Pero, según indica el colaborador de BBC Mundo en Chile Rodrigo Bustamante, "la justicia aún no encuentra a los culpables del asesinato de Jara, ocurrido el 15 de septiembre de 1973 en el centro de detención Estadio Chile".
Hasta ahora, la investigación por su muerte sólo tiene dos procesados: el entonces conscripto José Paredes, quien confesó haber disparado contra el músico y luego se retractó, y el ex jefe del campo militar instaurado en el Estadio Chile coronel Mario Manríquez, agrega Bustamante.
Marcha fúnebre
Miles de personas que portaban banderas rojas y entonaban sus canciones se congregaron a primera hora de la mañana frente a la sede de la Fundación Víctor Jara, donde se realizó el velatorio, que empezó el jueves, y que contó el viernes con la presencia de la presidenta chilena, Michelle Bachelet.
A las 10:30 hora local (13:30 GMT), el cuerpo de Víctor Jara, envuelto en una manta multicolor, fue colocado en el ataúd restaurado por su hija Amanda, y depositado en la carroza fúnebre.
Encima del féretro fue colocada la manta negra y roja con la que Victor Jara solía presentarse en sus recitales en vivo y un ramillete de claveles rojos, símbolo de Partido Comunista de Chile, en el que militaba el cantautor, actor y director teatral.
Y al son de su canción "El derecho de vivir en paz", arrancó el cortejo fúnebre precedido por bandas de músicos populares, murgas y danzantes ataviados con trajes multicolores.
Detrás del féretro, marchaban Joan Turner, sus hijas Manuela y Amanda, directivos de la Fundación Víctor Jara y dirigentes del Partido Comunista de Chile.
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Los asistentes al funeral recorrieron durante cinco horas las calles de los barrios populares de Santiago, la capital de Chile.
"Es un triunfo de la memoria sobre el olvido", comentó Jorge Arrate, el único candidato presidencial que asistió a la despedida del artista, según constató la agencia de noticias EFE.
Por su parte, el presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, afirmó que "Víctor Jara es un símbolo de la lucha popular contra la dictadura. Lo único que empaña esta ceremonia es que todavía no se ha castigado a los asesinos".
La directora de la Fundación Víctor Jara, Gloria König, resaltó que el objetivo era darle a Jara un funeral con los honores que hace 36 años se le negaron.
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